Opinión

La imparable marea de la sostenibilidad

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Sostenibilidad

La sostenibilidad impregna nuestro día a día. La sociedad exige a sus políticos un mayor compromiso para frenar el cambio climático y sus negativas consecuencias. Las empresas trabajan para reducir las emisiones de CO2, los consumidores demandan productos respetuosos con el medio ambiente, los inversores solicitan productos financieros socialmente responsables…

 

Sin duda, la sostenibilidad es una marea imparable que ha llegado a nuestras vidas para quedarse.

2020 ha sido un año marcado por la crisis del COVID-19, un año que pasará a la historia por el dolor y la crisis económica que generaba esta inesperada pandemia. También 2020 se recordará por el impulso que esta pandemia generó en la conciencia general (gobiernos, empresas, individuos) sobre la necesidad de avanzar en la protección del planeta y de la sociedad. En el ámbito financiero, se evidenciaba la creciente necesidad de avanzar hacia una economía más equilibrada y sostenible.

Sostenibilidad

En los mercados de capitales, 2020 ha sido un año en el que la financiación verde, social y sostenible tomaba impulso, superando todas las expectativas, especialmente en el segundo semestre tras el estancamiento de los meses más duros de la pandemia.

El volumen de emisiones sostenibles aumentaba un 18% respecto al año anterior hasta los 596.700 millones de euros a nivel mundial.

Dado el carácter sanitario y social de la crisis económica que dejaba la pandemia, los bonos sociales eran los grandes protagonistas del año, con un volumen de emisión seis veces superior al de 2019. El sector financiero y el sector público lideraban las emisiones de bonos sociales y sostenibles con el objetivo de mitigar los efectos del Covid-19. En España, que se posicionaba en cuarta posición en el ranking europeo por volumen de financiación sostenible, también se veía ese tándem público-privado. Así en el frente público, los gobiernos autonómicos, con Comunidad de Madrid y País Vasco liderando por volúmenes de emisión, continuaban avanzando en sus estrategias de financiación sostenible. Por su parte, en el frente privado, Iberdrola, el pionero en financiación verde, continúa siendo uno de los principales emisores de bonos verdes volviendo al mercado con una emisión en marzo, mientras Red Eléctrica debutaba en enero con su primera emisión verde.

En estos últimos años, hemos visto como con la fijación de estándares como los principios ICMA para la financiación verde, social y sostenible han sido claves para el despegue en el mercado. En junio de 2020 la fijación de los nuevos principios ICMA para para bonos ligados a la sostenibilidad, suponía un nuevo avance en la financiación sostenible como solución para aquellos emisores comprometidos con la sostenibilidad y con negocios fuera del ámbito social y verde. Sin duda, pensamos que estos nuevos pilares supondrán una expansión de la financiación sostenible en los mercados de capitales, manteniendo las exigencias de transparencia e integridad con las que se ha desarrollado este mercado desde su origen.

2021 ha comenzado con fuerza y las perspectivas son muy positivas. El espectacular crecimiento de las emisiones de bonos sostenibles desde hace más de seis años continuará superando nuestras expectativas por muchos motivos: el creciente compromiso de las instituciones europeas en relación a las finanzas sostenibles (reglamento de la Taxonomía, financiación sostenible de una tercera parte del nuevo Fondo de Recuperación Next Generation EU…), una mayor alineación mundial en la orientación de los recursos públicos de lucha contra la pandemia hacia activos y proyectos sostenibles, la creciente tendencia de gestión de activos ligados a la inversión socialmente responsable, …

Sin duda, las finanzas sostenibles son la nueva marea imparable en los mercados de capitales.

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Raquel Arechabala

  • Directora de Inversiones y Negocio