Nos encontramos en un momento con numerosos frentes abiertos: la guerra comercial, el nuevo impulso fiscal de Alemania y de Rearme, el posible fin de la guerra de Ucrania y mucha tensión geopolítica en Oriente Medio, las nuevas propuestas fiscales de EE.UU. y la habitual preocupación sobre la evolución de China. Por supuesto, la guerra comercial con los 90 días de tregua de los aranceles recíprocos y los 90 días de tregua del preacuerdo EE.UU. China es el factor de mayor preocupación para los mercados. Por el momento el arancel efectivo se sitúa por debajo del 15%, pero todavía estamos pendientes de las negociaciones con muchos países, entre ellos la Unión Europea, y de los aranceles sectoriales, en especial en el sector de farma. El 9 de julio y el 12 de agosto, fechas de vencimientos de estos dos 90 días, serán momentos clave.
Nuestro escenario base supone el mantenimiento de una tasa efectiva de aranceles para los próximos meses en los niveles actuales, de alrededor del 15%, muy por encima del 2% de inicio de año, pero más moderado que el 26% de principios de abril. Con esta tasa efectiva del 15%, pensamos que EE.UU. puede evitar la recesión, apuntando a una moderación de su crecimiento en un punto porcentual hasta el 1,5%, con el crecimiento a nivel global también moderándose en medio punto porcentual. La moderación del crecimiento americano vendrá acompañada por un repunte de su inflación, llegando en determinados momentos del año a niveles del 3,8%.
En cambio, en la UE no modificamos nuestras expectativas de crecimiento para el año, manteniendo un crecimiento moderado en 2025 del 1%. Esperamos cierto repunte en el crecimiento en los próximos años por la política fiscal expansiva de Alemania, política en la que todavía nos faltan muchos detalles por conocer. Seguimos confiando en la desinflación en Europa, esperamos que se coloque por debajo del 2% a lo largo del año.