La resiliencia económica ha continuado en la primera mitad del 2024, con EE.UU. a la cabeza, apoyada en la fortaleza de los mercados laborales, en las políticas fiscales expansivas y en la fuerte inmigración americana, y sin olvidar los efectos de la desinflación, la inversión en IA y la aceleración de las operaciones de M&A.
En EE.UU. la revisión al alza de las expectativas del PIB 2024 ha sido fulminante durante la primera mitad el año: Esperamos, como la mayoría del mercado, un crecimiento en 2024 del 2,5%, con un consumo moderándose a lo largo del año. Todavía los datos que se van publicando son mixtos, pero apuntan hacia esa moderación y a la reducción del riesgo de calentamiento económico.
En Europa, en cambio, lo que se está apreciando en los últimos meses es una mejora de expectativas, apoyando su salida de la estanflación, reduciéndose en cierta medida el dispar comportamiento de las economías core vs las periféricas. Así, esperamos un crecimiento del 0,8% de PIB 2024, con un paulatino mejor comportamiento del consumo a lo largo del ejercicio gracias a la mejora de la renta disponible. En manufacturas, aunque muchos indicadores soft han mejorado, todavía continúan las dudas. China, una de las claves para este aspecto, continúa mostrando datos mixtos y debilidad de la demanda interna.
La desinflación ha seguido avanzando en ambas zonas, con mayor confianza en la UE que en EE.UU., enfrentándose en la última milla con obstáculos como la continua fortaleza del consumo de servicios y la tensión del mercado de la vivienda americana.
Consideramos todavía optimistas las expectativas del mercado de rebajas de tipos de interés oficiales por parte de los bancos centrales. Pensamos que el cierto mejor tono que apreciamos en la economía europea reducirá la presión sobre el BCE para realizar su segunda bajada de tipos pronto y probablemente espere a que la FED realice su primera bajada. En el caso de la FED, la resiliencia de esta economía y la lentitud de la bajada en la última milla de la inflación, así como el calendario electoral, le llevará a solo realizar una bajada este año, no esperándola hasta diciembre. Así apuntamos en total en este año a 25 p.b de bajada en la FED y 50 pb en el BCE (vs 50 y 75 pb respectivamente esperadas por el mercado).
En cuanto a tipos a largo, consideramos que los riesgos están equilibrados entre desinflación y necesidad de financiar el stock de deuda, esperando la rentabilidad del bono 10Y de EE.UU. en la banda 4,2-4,8% y del bund en 2,25-2,75%.