Opinión

Estrategia Europa: 2022 se moverá al son de la inflación y de los bancos centrales

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Cerramos un año 2021 muy positivo para los mercados de renta variable, con importantes subidas en los índices y escasísima volatilidad, pero esta tendencia ha empezado a cambiar en diciembre 2021, aumentando la volatilidad y surgiendo las dudas. Muchas de las preocupaciones que veníamos arrastrando durante el año y que el mercado no les daba importancia, han pasado a preocupar: las distorsiones de oferta, las tensiones de los mercados laborales, las nuevas cepas y sobre todo, la inflación. La esperanza que esta inflación fuera temporal, ocasionada por la brusquedad de la reapertura, se ha ido desvaneciendo a medida que pasaban los meses. Está claro que vamos a convivir con inflaciones altas más meses, el nuevo Omicron puede también prolongar este efecto, ¿pero va a acabar corrigiéndose o va a implicar una aceleración excesiva de la subida de tipos de la FED? ¿las fuerzas que empujaban a la baja la inflación (demografía y el mundo más low cost de internet) van a acabar relajando la inflación? ¿O factores como la mayor importancia a la proximidad de en los aprovisionamientos, la aceleración extrema de las inversiones ESG, la falta de mano de obra cualificada en determinados sectores o el cambio de China de exportador deflación a exportador de inflación van a cambiar el panorama a medio plazo?

Desde Norbolsa, pensamos que las distorsiones en los suministros e incluso la tensión en la energía pueden ser transitorias, preocupándonos más el cierto traslado a salarios que se está viendo especialmente en EE.UU. La FED se ha unido recientemente a estos miedos, ha iniciado ya el tapering e incluso lo ha acelerado dadas las tensiones inflacionistas, alineándose con el mercado en cuanto a las subidas de tipos de interés previstas para la segunda parte del 2022, tres subidas de 25 p.b.. Este giro de la FED actuando contra la inflación ha sido bien recibida por los mercados financieros, es importante y tranquilizador que la FED empiece a actuar. Además, hay que tener en cuenta los bajísimos tipos de interés en los que aún nos encontramos, todavía estaremos un par de años con tipos de interés (nominales y reales) relativamente bajos. De hecho, a pesar de las subidas previstas en 2021, los tipos reales seguirán en negativo.

En cambio, la posición del BCE está siendo más mixta, manteniendo su flexibilidad y opcionalidad, en un entorno que reconocemos más complicado en lo que respecta al COVID para este 4T21 y 1T22, y con una inflación todavía sin claras tensiones en salarios y con estadísticas que muestran que el porcentaje de convenios ligados a la inflación ha disminuido significativamente. Esperamos que el BCE a lo largo del año modere su discurso acomodaticio, pero no vemos subidas de tipos en esta región hasta bien entrado 2023.

En cuanto a las posibles nuevas cepas que surjan, como el actual Omicron, Pensamos que no van a suponer un paso atrás en la lucha contra el COVID, ya que hemos adquirido un know-how para luchar contra este virus y las próximas olas tendrán cada vez menos incidencia económica. La reapertura, junto con las políticas fiscales super-expansivas y la liquidez de los bancos centrales, aunque algunos empiecen a dar la vuelta este año, apuntan a 2022 con potentes crecimientos, del 4% a nivel global, así como en EE.UU. y en Europa.

Estas buenas perspectivas de crecimiento de PIB 2022 nos lleva a ser optimistas en cuanto a los mercados de renta variable, a pesar de los exigentes valoraciones actuales de las bolsas respecto a las medias históricas, más en EE.UU. que en Europa. Consideramos muy probable que continúen las revisiones al alza de beneficios en 2022, ya que el consenso muestra unas expectativas de crecimiento muy moderadas, 7-9%, respecto a los altos crecimiento de PIB que se esperan, 4%. Otro factor de apoyo de los mercados va a ser los dividendos. Hemos visto fuertes revisiones al alza de dividendos en los últimos meses y pensamos que pueden continuar ya que el payout medio del mercado todavía está muy por debajo de su media histórica. Los buy-backs toman protagonismo en Europa.

Además, aunque en nuestras perspectivas de Renta Fija, apuntamos a una moderada subida de rentabilidades en los bonos 10 años, vemos compatibles subidas de tires de los bonos a 10 años con subidas de bolsas; ya lo vimos en 2013-2015 con el inicio del tapering y las subidas de tipos en EE.UU.

En nuestra cartera de preferencias sectorial, incluimos, por política fiscal, infraestructuras; por tipos de interés, financieros; por commodities y valoración, energía; y por mejora de las cadenas de suministro, autos. Nos mostramos neutrales en lujo, utilities, tecnología e industriales por las valoraciones alcanzadas. En telecoms, aunque no nos gusta el sector por la fuerte competencia, nos mostramos neutrales por el interés en mercado de las redes de infraestructuras. En farma y consumo defensivo nuestra posición es negativa.

Sara Herrando

Sara Herrando

  • Directora de Análisis de Norbolsa