Durante el primer semestre del 2023, la fortaleza y escasa volatilidad de los mercados de renta variable ha sorprendido positivamente a todos. Este buen comportamiento se ha apoyado principalmente en la resiliencia del empleo y del consumo, en la confianza en la desinflación y en las expectativas de que el fin de la subida de tipos estaba cerca. Así, consideramos que las valoraciones (tanto en términos de PER como de dividend yield) de las bolsas americanas y europeas están ya ajustadas.
Al igual que al principio del año, continuamos encontrándonos en un momento de clara resiliencia de los mercados laborales y del consumo, pero con una mayor confianza en la desinflación que permite esperar una inminente pausa de los bancos centrales en sus políticas restrictivas.