Nos encontramos en un momento difícil en los mercados. Las incertidumbres son muy numerosas: la prolongación del conflicto bélico en Ucrania, la permanencia de la política cero casos Covid en China, la constante revisión al alza de las perspectivas de inflación para todas las economías y el contundente compromiso de la FED para controlar esta inflación. De entre estas, la principal preocupación del mercado en el momento actual es la posibilidad de entrada en recesión por una política monetaria excesiva. En cualquier caso, consideramos que las probabilidades de este riesgo son todavía limitadas, dadas la fortaleza de la reapertura y de los mercados laborales. De hecho nosotros vemos un mayor riesgo de recesión en Europa que en EE.UU. por el impacto de un posible corte de gas o por mayor debilidad de China por nuevas olas de Covid.
Otros factores de apoyo adicionales para las economías, además de los dos antes mencionados (reapertura y mercados laborales), son los bajos niveles de inventarios, la política fiscal, los tipos de interés reales todavía negativos y la fortaleza de balance de las empresas con buenos resultados empresariales.
En este complicado entorno, nuestro escenario base es un crecimiento económico de en torno al 2,4%-2,5% tanto en EE.UU. como en Europa, con una inflación tocando máximos en verano y acabando el año todavía en niveles elevados. Estimamos un mantenimiento durante más tiempo de precios de la energía elevados por la tensión oferta – demanda. En nuestro escenario central, también consideramos que China no alcanzará su target PIB 2022 (5,5%), colocándose al menos 1 p.p. por debajo.